domingo, 23 de agosto de 2009

Cuento breve


FELICIDADES, QUERIDA

Se encendió el ojo verde del visiófono y Josefina vio a su amiga que le
hablaba desde Nueva York.
- Felicidades, querida! . Dentro de veinte minutos llegaremos, pues hemos
alquilado un taxicohete. ¿Cómo está el tiempo en México?
- Más transparente que el aire, Lucy. Aquí en nuestra casa, en la cima de
Iztacoatl, se está mejor que en Acapulco.
- Te envidio , en cambio nosotros no podemos prescindir de nuestras odiosas
escafandras, estamos a muchas rayas bajo cero.
- Bueno, no se tarden.
El ojo verde se apagó. Minutos después, la hermana de Josefina con su
marido y dos amigos íntimos tamaban cócteles que servía un camarero metálico. En
total cinco personas incluyendo a la festejada. Rebosaba alegría y sobre todo
juventud rozagante y parlanchina, completamente extrovertida. Por lo que
respecta a los hombres, se portaban como muchachos.
Los cutis de ellas eran tersos y sus anatomías, femeninamente perfectas.
Los de ellos, rosados, con maquillajes tan varoniles como difíciles de notar.
Llegó el momento de rodear la mesa, en cuyo centro un enorme pastel, en
forma de barco con sus velas iluminadas, resplandecía como araña de catedral
antigua.
El honor a Josefina cantaron el felíz cumpleaños. Luego la cumpleañera
emocionada,enjugándose las lágrimas hizo funcionar el extintor de pilas y todas
las velas se apagaron. Risas, risas y abrazos, besos y más congratulaciones.
Hacia la madrugada el grupo se dispersó volando en sus taxicohetes. Josefina
quedó sola y antes de retirarse a dormir recorrió con la mirada la mesa, las
flores desparramadas, los restos del enorme pastel que en ese momento recogía el
criado robot con su montacargas doméstico.
Josefina subió cansadamente la escalera, entró en su cuarto y comenzó a
desvestirse. Fue quitándose la piel , toda la piel que cubría su cuerpo en una
malla de color carne palpitante, y luego depositó en un alhajero sus pestañas,
sus dientes, sus ojos, sus labios, sus pechos, sus cabellos y sus uñas.
- ¡ quién lo diría! - murmuró suspirando mientras en la penumbra se
recortaba su figura putrefacta - hoy he apagado las doscientas velitas de mi
cumpleaños.
Y se metió en el lecho como una momia romántica, como una rosa que había
sido maravillosamente disecada. Todas sus amistades, allá en Nueva York,
hicieron lo mismo, dejando de lado de la cama máscaras y pieles, mientras la aurora
de dorados cabellos avanzaba con un día recién nacido entre sus brazos.
Alfredo Cardona Peña

7 comentarios:

  1. Me parece muy linda la idea de que el autor se inspire en sus pensamientos sobre el futuro. Muchas veces leí cuentos que al igual que este narran algo del futuro y me estuve dando cuenta de que depende de la persona, la idea puede ser muuuy distinta.
    También la forma de describir a estos extraños seres me parece muy profunda e interesante.

    Hanae Nishizawa P5c

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  2. La lecvtura me pareció divertida e irreal pero puede darnos una pequeña idea del futuro.

    PAULA FRERKING P6A

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  3. Es un cuento muy futurista e imaginario. Me gustó porque me parece divertida la idea de los taxiscohetes por la rapidez.

    MARÍA LAURA FRERKING P5C

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  4. nosotros: matthew hoffmann y luis fernando ortiz p6a9 sept 2009, 15:20:00

    nos parece agradable la idea de poder imaginar un futuro como en el texto,pero en el comienzo en el primer parrafo no entendimos quien esta donde en nueva york o en mexico y tambien que clima es despejado o frio.

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  5. es un cuento lindo y lo mas lindo es que se trate del futuro que ya nadie lo pienza ahora por razones ovias esta bueno e imaginativo

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  6. Anónimo,realizar correcciones de ortografía y coherencia.

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